Historia del Mariachi

El mariachi se desarrolló desde el siglo XVI en una macrorregión que abarca los estados mexicanos de «Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, una porción de Zacatecas, Aguascalientes y parte de Guanajuato, Sinaloa y Guerrero»,​ con una gran variedad de estilos y variantes – se remonta a 1852, cuando el sacerdote Cosme de Santa Anna, párroco de Rosamorada, hoy Nayarit, dirigió una carta al obispo Diego Aranda y Carpinteiro, en la que describe el comportamiento de una parte de la feligresía del lugar, que entraba en desorden en las fiestas.

Ya para esa época el mariachi, en su acepción de baile público y de conjunto de músicos, era popular en el occidente y sur de México​ en entornos esencialmente rurales con algunas incursiones en ciudades de mayor tamaño como Tepic o Guadalajara. Testimonios posteriores a finales del siglo XIX mencionan grupos musicales presentes en festividades populares bajo la apelación de mariachi o mariaches. Hacia 1901 el gobierno de Michoacán, dada la asociación del mariachi al desorden por el consumo de alcohol y a la ocurrencia de riñas, determinó la prohibición de bailes «que denominan mariaches, y en otros lugares fandangos.​ Es en esta época cuando agrupaciones de mariachi acuden a distintas celebraciones oficiales, entre ellas, la que ofreció Porfirio Díaz a Elihu Root, secretario de estado de los Estados Unidos, y en el que actuó un grupo que fue traído expresamente para la ocasión desde Jalisco, y que tocó sones y jarabes «y dos charros y dos tapatías estuvieron bailando al compás de las arpas y de los violines» Incluso en 1919 la bailarina Anna Pavlova presentó en México una interpretación propia del jarabe jalisciense, que en décadas posteriores se convertiría en la influencia para bailables escolares. El primer registro discográfico de un mariachi fue el del ensamble de Concepción «Concho» Andrade y Pablo Becerra, hecha en Chicago en 1903.​ En estas décadas, el gusto popular por el mariachi se incrementa frente a otros ritmos foráneos en boga en sectores sociales de clase alta, como los valses y las polkas.

Uno de los mitos sobre el origen de la palabra «mariachi» supone que en los tiempos de la Invasión Francesa (acaecida en 1862), durante una boda de rancheros en un poblado de Jalisco llegaron unos soldados franceses, quienes sorprendidos ante tal jolgorio, en el que los músicos tenían un papel muy importante, preguntaron sobre aquella fiesta. El interlocutor lógicamente contestó: “C’est un mariage” que en francés significa «es una boda» y así fue como los franceses denominaron al conjunto musical que derivó en «marriach» y tras el uso «mariachi». Para el investigador Jesús Jáuregui, la hipótesis galicista se comenzó a manejar desde las primeras presentaciones radiofónicas en Ciudad de México, del mariachi de Concho Andrade, precursor de estas agrupaciones en la capital. Otra hipótesis es que viene del maya, particularmente de la palabra mariamchi que significa «los que tienen mi misma sangre». Otra hipótesis viene a hacerse notar por la canción «El principio» de Juan Gabriel, que dice que mariachi quiere decir «día de fiesta» en lengua Otomí pero, al igual que con otras versiones, no se aportan datos seguros para hacer tal afirmación. Aun así, esta última versión ha ganado mucha popularidad.

Fuente: https://es.wikipedia.org/

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